El arte o la vida

Por fin hemos empezado a pintar en color y, aprovechando que tengo que sacar fotos a cada paso para hacer un dossier del trabajo del curso, voy a ponerlo también aquí.

Tras hacer pruebas de aguado en unos cartones con brocha gorda nos hemos ido a la tienda a comprar un 50F. Un 50F es un lienzo de 116x89 cm y, para que los que me conocéis os hagáis una idea del tamaño, los cuadros que tengo colgados en mi cuarto son 12F y ya son bastante hermosos. Pues eso, hemos ido a por el 50F y después, ya de vuelta en clase, hemos comenzado a colocar los caballetes, lo cual ha sido un tanto caótico debido al tamaño de los lienzos. Mientras nosotros estábamos para delante y para atrás con los maletines, ha llegado la modelo, que curiosamente fue la anécdota de mi primera semana de clase.

El año pasado, en la semana de las presentaciones no había mucho que hacer, así que busqué un sitio tranquilo en el que pasar el rato dibujando. Me metí en una clase de pintura y me senté en una mesa de espaldas a los caballetes y al escenario. Allí pase unas dos horas aproximadamente, y cuando empecé a recoger me di la vuelta y me encontré a esa misma mujer en pelotas que a saber cuánto tiempo llevaba ahí, y yo con cara de wtf. Eso pasó cuando yo todavía no sabía lo que se cocía dentro de esas paredes.

Bueno, siguiendo con el pasado reciente, hoy todo iba bien hasta que la modelo se quitó la ropa; creo que nunca había visto en vivo y en directo un cuerpo tan delgado como el suyo. Yo que tenía la esperanza de poder pintar carne después de ver los cuadros de Jenny Saville... Que chasco. Pero bueno, al menos venía perfectamente depilada, no como una de las modelos que he tenido... Y por lo menos tampoco voy a clase con ella, porque eso si que es surrealista cuando pasa... ¡Eh! ¡Hola! Nos conocemos, yo te he visto las tetas el otro día. ¿Sí? Qué bien. (Y sí, he ido a clase con una modelo pero no hemos tenido esta conversación. Siento decepcionaros).

Y me he puedo a dibujarla en el lienzo. En serio, el contorno de su cadera era totalmente surrealista.

Aquí os dejo unas fotos del proceso. Como veis lo primero es un dibujo a lápiz (que debí haber hecho a carboncillo, pero yo soy muy lista y lo hice con grafito y ahora me estoy cagando en todo), y después repasé el contorno con acrílico, con un color carne cobrizo (parte de la que no tengo fotos) para después hacer una aguada general con el mismo color pero con menos pasta y más agua (de ahí los chorretones). Esa capa de pintura es una base, más que nada, luego se supone que empiezas a pintar encima de esa capa.


 Y hasta aquí he hecho hoy. Enseñaré más la príxoma semana, como en Perdidos.