El arte o la vida

 

 Este hombre es una anciana.

Mi primer pensamiento cuando empecé a estudiar la producción artística de este genio renacentista del Cinquecento Clasicista y precursor del movimiento manierista. Artista muy conocido en su época por la perfección de sus desnudos.

Miguel Ángel (1475-1564), probablemente influido con la muerte de su madre cuando él tenía seis años, comenzó a representar a las mujeres con tamaños monumentales: Vírgenes fieras y madres de cuerpos hercúleos que arropan entre sus musculosos brazos a los pequeños bebés (los cuales he de decir que tampoco se salvan de tener una exagerada anatomía). Sin duda la añoranza de su madre le impulsó a buscar esa figura sobreprotectora en su propio arte.

Sin embargo, a pesar de la idealización de la mujer en sus obras hasta extremos casi grotescos, Miguel Ángel no amaba a las mujeres, o al menos no como se suponía que debía amarlas. De hecho era un hombre bastante machista y además era homosexual, por lo que ni las daba importancia ni las quería en su cama.

Miguel Ángel tuvo dos amores en su vida, pero el más grande fue el que profesaba a Tommaso Cavalieri, un joven muy atractivo y modesto al que le gustaba pintar. Él tenía cincuenta y siete años y Tommaso diecisiete, pero eso no importaba. Ni eso ni el que fueran del mismo sexo ya que, aparentemente, en la Italia renacentista intentaron retomar las ideas platónicas de la Grecia clásica durante el Cinquecento. Ideas según las cuales el hombre (en su definición de género másculino) era el ser más bello y perfecto que existía y el amor entre ellos era la relación suprema, mientras que la mujer se quedaba a un lado.

Por otro lado Miguel Ángel también amó a una mujer además de a su madre. Esta se llamaba Vittoria Colonna e, irónicamente, fue su amor platónico y la mayor amistad que tuvo.  (Con lo de "irónicamente" me refiero a que no debió tener relaciones sexuales con esta mujer, pero si con Tommaso, relación adeptada por la recuperación de las ideas neoplatónicas, como he comentado antes). Esta mujer se unió a un convento tras la muerte de su marido, lugar en el que conoció a Miguel Ángel. Ella le superaba a él en quince años, por lo que me aventuro a decir que puede que la viera como un sustituto de su fallecida madre. El artista solía enviarle poemas y, cuando Vittoria murió, la visitó en su lecho de muerte.

Pero además, esta producción de mujeres culturistas no se quedó ahí, sino que su estilo creó escuela y surgió el movimiento manierista. Movimiento que se basa prácticamente en hacer tíos cachas y mujeres culturistas por doquier. Aquí dos ejemplos de uno de los sucesores de Miguel Ángel: Ammanati.

Y si. Ese último es una representación gráfica del mito de Leda y el Cisne/Zeus traginándosela. Atención a las tetas. Eliminadlas mentalmente. ¿Qué os salen? Pectorales masculinos en toda regla.